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VALENCIA PLAZA. Los números suben y bajan, pero desde hace meses -casi tres años- siempre hacia el lado negativo. Aumenta el desempleo, baja el comercio en el puerto, crece el número de empresas en concurso de acreedores, disminuye el porcentaje de exportaciones.

Desde que en 2007 la economía mundial estalla por los aires la Comunitat Valenciana se ha visto salpicada de datos perjudiciales que siguen en la actualidad: 23% de paro, un descenso de más del 50% en la creación de empresas y como guinda del pastel, las dos entidades financieras más potentes -Bancaja y CAM- redujeron su beneficio en más de un 75%.

El principal handicap de la economía española, el paro, va en aumento a medida que pasan los meses. La buena noticia no llega, y las colas frente a las oficinas de empleo cuentan día a día con más individuos. Desde 2007, la Comunitat es una de las autonomías que más ha padecido la destrucción de puestos de trabajo.

En el último trimestre de 2007, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de parados que había en la Comunitat era de 213.000, una de las cifras más altas de España pero superando sólo en siete décimas la media nacional. La tasa de desempleo era del 8,73%.

El panorama, casi tres años después de aquella estadística, es muy diferente. De un dígito se ha pasado a dos y el número de personas que está sin empleo -según los datos del INE del primer trimestre de 2010-, supera el medio millón, en concreto, 583.100. Por detrás de Andalucía (27%), Canarias (27%) y Extremadura (23,4%), la Comunidad Valenciana ha superado el 20% de la tasa de desempleo nacional. Hoy, el 23% de la población activa está sin trabajo.

Por provincias, Castellón es la más afectada. El declive del sector cerámico -la provincia concentra casi la totalidad de las industrias nacionales-, ha provocado una tasa de paro del 25%. En 2007 era del 6%. Asimismo, Valencia ha pasado del 8,85% al 22,28% y Alicante del 9,38% al 23,46%.

EL AZULEJO SE QUEDA ATRÁS

Las importaciones, exportaciones y ventas nacionales del sector azulejero han ido, de forma progresiva pero constante, cayendo cada vez más. Según los datos que baraja la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), las ventas en el exterior, en 2007, alcanzaron lo 2.294 millones de euros. Tres años después el montante se reduce hasta los 223 millones, según los últimos datos de enero y febrero.

En cuanto al número de empresas que paralizaron su actividad, Ascer afirmó a Valenciaplaza.com que en el periodo comprendido entre 2007 y 2009 desaparecieron o se fusionaron 15 compañías. "Las empresas se han adaptado reduciendo su producción según el nivel de la demanda. La proporción de cierres, aunque no estén especificados, ha sido muy baja en relación a la caída del consumo", añadieron las mismas fuentes.

INICIATIVA EMPRESARIAL

Por lo que respecta a las sociedades mercantiles, la mayor incidencia de la crisis se aprecia claramente al analizar los datos relativos a empresas constituidas, extinguidas y procesos concursales.

Según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles, el número de empresas constituidas en España en los últimos diez años no dejó de crecer hasta 2007. Como muestra de esta progresión basta citar las 124.057 sociedades que se crearon en 2003 hasta las 149.434 que se registraron en 2006.

Sin embargo, 2007 supuso un punto de inflexión en esta tendencia. El volumen de nuevas empresas empezó a caer (143.620 en 2007) hasta quedar en 79.246 el año pasado, prácticamente la mitad que dos años antes. De enero a marzo se han creado en España 22.754 sociedades.

Los datos de la Comunitat Valenciana mantienen una proporción muy similar a los nacionales. En 2006 se crearon 17.784 empresas (la cuarta región tras Cataluña, Madrid y Andalucía), en 2007 fueron 16.422, 12.005 en 2008 y sólo 8.866 el año pasado. De cumplirse con la progresión actual (se han creado 1.030 en los tres primeros meses de 2010) esta última cifra podría quedar incluso reducida a la mitad, en torno a las 4.000 empresas cuando acabe el presente año.

Por el contrario, el número de sociedades que desaparecían anualmente en España estaba bajando año a año en la última década hasta 2007. En 2004 fueron 16.771 las sociedades que se extinguieron, por las 14.443 de 2006. La tendencia se rompió en 2007, cuando casi se duplicó el número de sociedades que desaparecieron (22.989), y se ha mantenido en el mismo nivel hasta el momento, pero los datos de los últimos tres meses (destrucción de 7.466 sociedades) invitan a pensar en una ligera aceleración en la destrucción de empresas.

En la Comunitat Valenciana desaparecieron 2.451 sociedades mercantiles en 2007, 2.520 en 2008 y 2.237 en 2009. En lo que va de año se han extinguido sólo 211 nuevas empresas.

Como es lógico en la actual coyuntura, también aumentó notablemente el número de empresas que se declararon en concurso de acreedores, de las 116 que se registraron en 2006 a las 641 del año pasado, pero los datos recogidos en los tres primeros meses de este año podrían estar marcando un considerable descenso (son 88 las empresas declaradas en concurso en 2010).

En cuanto a los expedientes de regulación de empleo (ERE) la cifra también ha variado de forma considerable. En el 2007, ‘apenas' 457 empresas llevaron a cabo esta práctica, mientras que el año pasado fueron 3.490. Sólo en el primer trimestre de 2010, 822 compañías tuvieron que ajustar sus plantillas.

CONSUMO DE ENERGÍA

Otro de los indicadores evidentes del descenso de la actividad económica se puede encontrar en el consumo de energía eléctrica. Según el último informe de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA), la producción bruta en 2009 fue de 300.345 GWh, un 5,2% menos que el año anterior, y la demanda (256.017 millones de kWh en 2009) cayó hasta el nivel de 2005 (252.702 kWh), debido a la menor actividad económica y el menor nivel de gasto de la economía doméstica (además de la política de ahorro y eficiencia).

Los datos regionales más recientes indican que en 2008 la demanda de energía eléctrica en la Comunitat Valenciana apenas creció el 0,8% respecto al año anterior, mientras que la de productos petrolíferos bajó el 5,7% y la de gas natural un 10,7%, según las estadísticas de la Agencia Valenciana de la Energía (Aven).

En el sector industrial valenciano los consumos finales de energía (de todo tipo) bajaron un 10,7%, el transporte también consumió menos (el 3,6%), al igual que la agricultura (1,7%), mientras que el consumo de energía en el ámbito doméstico y en el sector servicios subió ligeramente ( el 3,3% y 2,1% respectivamente).

LA BURBUJA INMOBILIARIA

La industria valenciana de la construcción alcanzó su máximo histórico en 2007, cuando daba empleo a 2.880.513 personas, mantenía un volumen de negocio de 306.644.472 millones de euros y rendía 52.571 millones en salarios (según el INE).

Pero la burbuja inmobiliaria explotó, los precios de la vivienda han caído hasta niveles de 2005, la concesión de hipotecas se ha endurecido y la paralización de la obra nueva ha obligado a los profesionales del sector a buscar aliento en la rehabilitación. Como ejemplo evidente basta con citar la concesión de visados para la dirección de obra nueva: en 2007 fueron 12.932 en toda la Comunitat Valenciana, mientras que el año siguiente esta cifra cayó más del 50% hasta los 6.147.

MATRICULACIONES DE COCHES

El descenso de la actividad económica ha sido prácticamente generalizado en todos los sectores en los últimos tres años, pero especialmente grave en algunos como el de la construcción o también en el de la venta de coches, donde el negocio ha descendido a la mitad.

En 2007 se matricularon 187.192 vehículos en la Comunitat, y en los meses siguientes los descensos fueron radicales. 130.219 en 2008 y sólo 95.668 el año pasado. En 2010 (hasta abril) se han vendido 41.593, aunque esta cifra esta condicionada en gran medida por las ayudas del Plan 2000E y de hecho se han marcaron aumentos históricos en febrero.

La excepción que confirma la regla es la relativa al comercio en la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Si en 2007 el número de contenedores fue de más de 3 millones, este año se prevé que la cifra sea igual o superior, ya que solo en los primeros meses de 2010 se movilizaron 924.249.

En cuanto al movimiento de toneladas, las perspectivas son similares y también positivas. Hace tres años el tráfico fue de 53.253.000 y en lo que va de 2010 han superado los 13 millones.

CAIDA DE LAS COTIZADAS

El balance del comportamiento de las cotizadas locales desde el estallido oficial de las denostadas hipotecas basura estadounidenses -las subprime- es tremendamente negativo, salvo en el caso de Caja Mediterráneo (CAM). Como también lo es en lo que a la caída de los beneficios de las dos grandes cajas de ahorro autonómicas.

Únicamente las cuotas participativas de la CAM, que debutaron en bolsa el 23 de julio de 2008 a un precio de 5,84 euros por acción, han logrado salir indemnes, al experimentar una subida de un 2,23% desde su puesta de largo hasta el cierre de la sesión de este jueves 20 de mayo, sin duda gracias a la estabilidad que supone tener un pobre free flota, es decir, muy pocas acciones circulando libremente en bolsa. El resto de las cotizadas valencianas presenta una caída a bloque, hasta el punto que la mayoría de ellas supera incluso al retroceso del propio Ibex 35, que en estos casi tres años ha perdido un 35,98% de su valor, según los datos de Infobolsa.

Así, Quabit -la extinta Astroc y la hasta hace unos días Afirma- lidera las caídas con una pérdida bursátil de un 97,84%, seguida de Natra (-81,78%), su filial de biotecnología Natraceutical (-73,53%), Corporación Dermoestética (-70,25%), Clínica Baviera (-67,81%), Cleop (-65,25%), Banco de Valencia (-63,36%) e Iberdrola Renovables, que debutó en el Mercado Continuo el 13 de diciembre de 2007 a 5,30 euros y ha cedido un 52,64%. Uralita, con una bajada de un 38,75%, es la única que ha perdido menos que el Ibex 35.

75% MENOS DE BENEFICIO

Más preocupante es el caso de la caída del beneficio de las dos grandes cajas de la Comunitat Valenciana, que en ambos casos supera el 75% tomando como referencia los cierres del tercer trimestre de 2007 y del primero de 2010, además en ambos casos los resultados consolidados que figuran en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Así, la caja presidida por José Luis Olivas, que ganó 324 millones de euros entre junio y septiembre de 2007, presentaba un beneficio neto consolidado al cierre del pasado 31 de marzo de 78,1 millones de euros. O lo que es lo mismo: un 75,9% menos.

Los tres márgenes de la cuenta de resultados de Bancaja han sufrido severos descensos tras la crisis subprime: el de intermediación ha pasado de los 999 millones de euros a los 296,9 (-70,28%), el ordinario de los 1.350 millones a 602 (-55,41%), mientras que el de explotación de los 872 millones hasta los 374,6. Todo ello acompañado por un incremento de la tasa de morosidad del 660,6%, al pasar del 0,66% hasta el 5,02%.

Por su parte, la caja alicantina presidida Modesto Crespo ha sufrido una caída de sus beneficios de un 77,98%, dado que al cierre del tercer trimestre de 2007 se situaban en los 287 millones de euros y al pasado 31 de marzo en los 63,2 millones. Más de lo mismo en los tres márgenes: el de intermediación sufre una caída de un 64,17% al pasar de los 776,4 a los 278,2 millones de euros, el ordinario se reduce en un 77,35% -de 1.380,4 a 312,7-, mientras que el de explotación merma un 47,47%, al caer de los 913,4 millones de euros hasta los 479,8. Eso sí, la morosidad ‘sólo' crece un 383%, la que comprende desde el 1% hasta el 4,83%.