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VALENCIA (VP). Los problemas de contaminación medioambiental  que genera el uso de los plásticos convencionales no sólo ha despertado una nueva línea de negocio para muchas cadenas de supermercados. También han fomentado el interés en el estudio de procesos sostenibles que permitan producir nuevos materiales plásticos generados a partir de residuos de origen agrícola, industrial o urbano. En esta línea, la biotecnología valenciana ha logrado colocarse a la vanguardia de los bioplásticos gracias al trabajo de Biópolis.

Uno de los últimos avances de la compañía valenciana ha sido el empleo de una cepa recombinante de la bacteria Pseudomas putida generada por científicos del CSIC, capaz de autodestruirse y liberar el bioplástico producido en su interior. Algunas de las ventajas del nuevo sistema son la reducción del coste energético del proceso, lo que se traduce en un menor impacto medioambiental por la disminución del uso de disolventes contaminantes durante el proceso de purificación del producto. En un segundo desarrollo conjunto con el Centro de Investigaciones Biológicas, del CSIC, se han obtenido nuevas composiciones de bioplásticos que pueden modificarse en su estructura química después de ser producidos por las bacterias.

"La tecnología de obtención de biopolímeros se basa en aprovechamiento de residuos y subproductos tanto del sector alimentario como energético para darles un valor añadido en la propia industria o en otras, reduciendo costes y favoreciendo la obtención nuevas líneas de productos" explica Iryna Sukhotska, directora de negocios de Biópolis, a Valenciaplaza.com.

Biópolis es una de las mayores firmas de biotecnología de la Comunitat Valenciana. Nació en 2003 y cuenta con la solvencia de estar participada por grandes instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Naturex Ingredientes (anterior Natraceutical), Central Lechera Asturiana, Genofood y Capital Riesgo Talde (sociedad de capital riesgo con amplia experiencia en el área de las empresas biotech). Se trata de la primera spin off promovida por el CSIC en el ámbito de la biotecnología, y hasta la fecha la única en la que la organización participa en su capital.

"La compañía es fruto de la integración del esfuerzo investigador desarrollado por un grupo de investigación del IATA (Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos) de Valencia, con otros socios industriales, que aportan una experiencia previa en la gestión empresarial y la comercialización de productos, como son Natrurex y Capsa. El apoyo de Talde además, aseguró la estabilidad de esta spin off en los primeros años de vida", detalla Sukhotska.

Además, su director general es el reconocido Dr. Daniel Ramón, experto en biotecnología a nivel mundial que ganó en 2007 el Premio Nacional de Investigación "Juan de la Cierva".

La compañía tiene su origen en la investigación aplicada que hoy en día ofrece servicios de biotecnología y producción a medida con aplicaciones industriales en los campos de alimentación humana y animal, farmacéutica y química

Desde la entrada en vigor en 2008 de la legislación europea sobre propiedades nutricionales y funcionales en alimentos, se obliga a que toda propiedad funcional sea fundamentada con experimentación en humanos. Dentro de la actividad de Biopolis en el desarrollo y validación de funcionales, la parte clínica fue la guinda que cerró el círculo: con esa nueva actividad la firma fue capaz de desarrollar un ingrediente funcional desde la fase más primaria hasta su comercialización. De hecho actualmente es la única empresa de biotecnología en España que ofrece toda la cadena de investigación (desde la búsqueda hasta ensayos clínicos) en combinación con la producción de los productos desarrollados.

La compañía ubicada en el Parque Científico de la Universidad de Valencia y perteneciente al Club de Empresas CEEI cuenta con 34 personas en plantilla se aloja en una planta con más de 1.500 metros cuadrados y una capacidad total de fermentación de 9.000 litros, una escala industrial para desarrollar las dos áreas de negocio de Biópolis. Una es la investigación y desarrollo y la otra es la producción industrial. Todo ello dirigido a la industria agroalimentaria, farmacéutica y química. Universidades y multinacionales de todo el mundo colaboran en sus proyectos.

Para ambos sectores, Biópolis realiza investigaciones en áreas como la salud general como el envejecimiento, y enfermedades como la diabetes, alzheimer, enfermedades intestinales y cardiovasculares. La compañía busca y valida los ingredientes de origen natural o microbiológico que tengan buenas propiedades para prevenir estas enfermedades y en paralelo desarrolla el proceso para producir dichos compuestos a nivel industrial.

Además, desde el año pasado, Biópolis colabora también con el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitari La Fe para desarrollar alimentos funcionales dirigidos a la tercera edad, con el objeto de aumentar la longevidad y mejorar la calidad y esperanza de vida, reducir el estrés oxidativo y disminuir enfermedades neurodegenerativas de la retina.