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VALENCIA. De persona a personaje, de claro a oscuro, de altura de miras a estrecho de miras, de independencia a cortesano del poder (del que sea. Eso le da igual), de servir a ser servil, de insigne valencianista a...

En definitiva, dime con quien andas y te diré qué pretendes. Por si no se han dado cuenta, algunos andamos con Juan. ¿Quién anda con Társilo? ¿Qué pretendemos unos y qué los otros? Antes de responder a estas preguntas y para que se hagan una idea de cómo eran las cosas, por qué pasan y a dónde nos conducen, me voy a permitir comparar la Fundación presidida por Juan Martín Queralt con la actual.

Había una Fundación VCF, constituida en 1996, con unos estatutos que, aunque literalmente sí han variado (a peor), no lo han hecho, teóricamente, en cuanto al espíritu de lo pretendido. En los estatutos fundacionales, en lo referente a "Fines y beneficiarios", aparece, por ejemplo: "...y la consecución de la aproximación, integración e identificación entre el VCF, SAD y su afición..." (texto fundacional). En el texto actual han sido suprimidos la aproximación y la integración (?).

Pregúntenle a cualquier aficionado del VCF lo identificado que se siente con la Fundación de hoy en día. Y si tienen ya unos añitos y han vivido como valencianistas los últimos cuatro lustros, con quién se sienten más identificados, con Martín Queralt o con Piles.

No tengo duda alguna de por quién se decantaría el valencianismo. Y les daré otro dato para seguir cotejando. En los estatutos fundacionales, en el apartado "Participaciones mayoritarias en sociedades mercantiles", se apuntaba "...En caso de que la Fundación adquiera acciones del VCF SAD, no podrá ejercer sus derechos de voto, exclusivamente, en la elección del Presidente de esta SAD....." En los estatutos actuales, tal artículo fue, sorpréndase, ¡eliminado!

Cierto que Piles no contribuyó en la redacción de los actuales estatutos, pero en cambio si se tiró meses animando al accionista a que acudiera a comprar participaciones en la última ampliación, utilizando el argumento de que era para democratizar el club, para luego acabar en la mayor dictadura accionarial (aunque eso aún es remediable) jamás sufrida por el socio de esta entidad. Y desde luego sí utilizan las acciones propias en la elección del consejo de esta SAD. Bankia decide. Comparen.

Si Eduardo Zaplana, entonces presidente de la Generalitat, hubiera avalado a aquella Fundación con 800 millones de pesetas (5 millones de euros), nada de lo sucedido en este club hubiera tenido lugar. Porque, independientemente de quienes hubieran sido los presidentes del VCF (la Fundación no habría votado), no se habrían permitido los desmanes económicos de ningún consejo de administración. Pero claro, D. Eduardo era "amigo" de Paco Roig (y encima del Real Madrid).

Actualmente, la Generalitat ha tenido que avalar con 81 millones de euros a esta Fundación, de momento, "pseudocontrolada" por el máximo acreedor que no es ni tan siquiera patrono. Ni accionista. ¿Porqué y para qué se avala? Esperemos que, a la larga, para lo mismo que pretendía la Fundación hace quince años. ¿O hay que empezar a dudarlo? Y debe ser con el mayor consenso político posible. Sr. Camps, Vd sí es del VCF. Al tajo.

Y volviendo a las preguntas del principio. ¿Qué pretendemos unos y qué los otros? Pretendemos que la actual Fundación VCF actúe como lo hubiera hecho la primigenia. ¡A las barricadas, tú sabes qué te pido Juan, a las barricadas! Aportando soluciones sociales (con proyectos del tipo Savia Nueva) y con un proyecto económico que solucionaría, a la vez, los problemas del VCF, de la Fundación y del avalista. Y sin perjudicar a Bankia (al revés). Y quien lo tiene que aplicar, lo conoce.

¿Y que pretenden los otros? No saben/no contestan

Con Juan andamos algunos, cada vez más. Sólo falta que Camps acabe de apuntarse. Y ¿quién anda con Társilo? A la vista estaban y están. Y son de lo más variopinto. Juan Soler, Manolo Llorente, José Luis Olivas (ya les dije que a Piles, a lo que parece, lo que le gusta es pasar la mano por el lomo. Le da igual a quien), Blas Madrigal, Pepe Gª Roig... Y que no les extrañe que, si Társilo tiene Facebook, tenga solicitudes de amistad de Fidel Castro y de la mismísima Aída Nízar. Ya lo dice el refranero, Dios los cría y ellos se juntan.