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Miguel Gonzálvez: "Para los directivos, IBM fue un máster de 20 años"

CUANDO FUIMOS IBMers (II). 21/06/2011 El exdirector general del Valencia CF y de operaciones de Ono inició su carrera en la planta de La Pobla de Vallbona

VALENCIA (JOAQUIM CLEMENTE). La llegada de IBM y de Ford a Valencia casi al mismo tiempo, aprovechando la apertura del régimen autárquico, abrió un campo de posibilidades desconocido para los jóvenes que a mediados de los 70 acababan sus estudios en las universidades valencianas. Las dos grandes corporaciones multinacionales se disputaron fundamentalmente a los ingenieros industriales que salían de las aulas de la Universidad Politécnica de Valencia. Miguel Gonzálvez fue uno de ellos.

"A mi me habían contratado en Ford en 1978, pero al cabo de dos años, IBM empezó a plantearse hacer máquinas más complejas en la factoría de Valencia y decidió incorporar más ingenieros a su plantilla", relata Gonzálvez. Así fue como él, y otros "cinco o seis" directivos, recuerda de memoria, dejaron Ford en 1980 para incorporarse a IBM.

"La persona clave en el crecimiento de la planta de La Pobla de Vallbona fue José Vicente Muñoz Velert, el director desde finales de los 70 hasta 1995, el año en que la multinacional vende sus instalaciones", explica Gonzálvez, que se incorporó a la plantilla como director de desarrollo de negocio. "Muñoz Velert apostó por invertir en talento y en recursos humanos", explica.

IBM estaba empezando a generar "una cantera de directivos de alto nivel". "Lo primero que hicimos fue aprender las formas de gestión de una gran empresa, una multinacional que, por ejemplo, te hacía cambiar de puesto de trabajo cada poco tiempo", señala Gonzálvez, que estuvo destinado de forma temporal durante su etapa en la multinacional en Estados Unidos o en Francia.

"Fue un máster en gestión empresarial que duró 20 años. La compañía no escatimaba recursos en formación. Te enviaban a cualquier punto del mundo a aprender más. De los más de 1.000 empleados que tuvo en sus mejores momentos la planta, más de la mitad eran titulados superiores o doctores. "A muchos esta oportunidad nos pilló en los mejores años de nuestra vida", afirma.

Pero Gonzálvez reconoce que aquella factoría de La Pobla de Vallbona era un ecosistema bastante cerrado, lo que no facilitó que alrededor de aquel polo tecnológico se crease un tejido productivo avanzado en la Comunitat Valenciana.

"Pienso que no fue tanto culpa de la propia economía valenciana como de la propia IBM. Vivíamos muy hacia el interior de la empresa", reconoce ahora el directivo que recuerda incluso que la cúpula de IBM no estaba presente ni en los incipientes órganos de representación empresariales.

"Si bien es cierto que la investigación y el desarrollo de los productos que se montaban en La Pobla de Vallbona se realizaba fuera, la actividad de los directivos en la factoría sí tenía importancia: ingenieros, que desarrollaban los sistemas de producción, que fueron aplicados por la multinacional en otras plantas, o los modelos de gestión, sí eran un valor añadido como se ha demostrado con el alto número de directivos de IBM que ocupan o han ocupado puestos de responsabilidad en otras compañías".

El propio Gonzálvez se llevó consigo a un puñado de ellos cuando estuvo al frente de las operaciones de la nueva compañía de telefonía por cable Ono. Eso fue en 1997, un año después de dejar IBM. Antes, sin embargo tuvo que realizar un último servicio a la multinacional.

A Gonzálvez le cayó el encargo de IBM de trasladarle a la Generalitat Valenciana la decisión de marcharse vender la planta de La Pobla de Vallbona. "No era trago fácil. Aproveché durante un viaje a Estados Unidos que hizo la Generalitat. Durante una recepción en la universidad de Georgetown (Washington), donde Joan Lerma, entonces presidente, visitaba al príncipe de Asturias, que estaba cursando estudios allí, Ximo Puig me dio los diez minutos que le venía reclamando durante todo el viaje. Se lo dije... A Lerma no le cambió mucho la cara...".

Gonzálvez, que tras pasar por IBM, puso en pie Ono en Valencia, fue director de Edival, asesor de Llanera, director general del Valencia CF, tiene ahora una empresa de consultoría empresarial, Consulthink.

Sobre el futuro de la economía valenciana, Gonzálvez lo tiene claro: "Si no investigamos, si no cambiamos el modelo productivo actual, si no innovamos, lo veo muy complicado". El que fue IBMer durante más de 15 años no es optimista sobre la situación. "Pero sí lo soy en las personas".

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1 comentario

Susana escribió
21/06/2011 11:45

Me encanta este recordatorio a los IBMers que creearon un estilo de gestión muy dificil de entender en la empresa valenciana, pero muy estimulante para cualquier trabajador que se cruzó con ellos.

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