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Estamos genial, pero... ¡salgamos de la crisis!

TAULA DE CANVIS / JOAQUIM CLEMENTE. 20/06/2011

VALENCIA. Desde que el pasado jueves escuché, con la atención que se merece, el discurso de investidura del que será el presidente de los valencianos los próximos cuatro años, sigo inmerso en una extraña sensación que me cuesta definir.

Les diré, antes que de seguir, que presté menos atención a lo que vino después. Sé que no es tema baladí cambiar una ley electoral o la debilidad del principal partido de la oposición que tan ferozmente atacó Francisco Camps en su réplica a Jorge Alarte. Son temas, seguramente, de primer orden, y que pueden marcar la legislatura. Pero dejaré a otros más puestos en este terreno político el análisis de lo que se pudo ver y escuchar en la cámara en este sentido.

Permítanme, por tanto, que me centre en la parte económica del debate. Mientras escuchaba al señor Camps (¿qué pretendía Alarte al dirigirse al candidato a la reelección de esa manera varias veces cada minuto?) fui tomando notas para preparar la información de aquel día. Pero reconozco que, para preparar esta columna, he tenido que volver a leer el discurso para confirmar la impresión que me quedó en directo.

Camps dibujó, por una parte, un escenario envidiable. Ahí van algunas de sus afirmaciones: "Somos de las regiones más competitivas de Europa", "tenemos una población activa de dos millones y medio de personas y 350.000 empresas", "contamos con sectores productivos líderes", "hemos creado un sistema de innovación excepcional", "nos estamos convirtiendo en la plataforma logística del sur de Europa", "nuestro trabajo de proyección internacional nos ha hecho más atractivos que nunca en el mundo"... Hubo más, pero el mismo presidente lo resumió en una frase; "Hemos hecho mucho y lo hemos hecho bien".

Excelente. ¿No?

Pues parece que no. Y no es que lo diga yo. Lo dijo el propio Camps al asegurar: "¡Estamos preparados para salir de la crisis!". ¿Crisis? ¿Qué crisis?

Pues no se sabe, porque Camps no lo dijo. Eso sí, repasó punto por punto la crisis de toda España, la política y la económica, de la que es culpable directo el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y, desde que es candidato del PSOE a sucederle, su vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba.

Es decir, que aquí partiéndonos el lomo por sacar adelante el país, y desde la Moncloa boicoteándonos sin piedad. Por eso, quizá, nuestra tasa de paro, el 24,1%, supera en casi tres puntos a la media española. También por eso no pagamos a los proveedores y se amontonan las facturas en el cajón. Y quizá también por eso nuestra deuda es la mayor en términos relativos (en nada, el 18% de PIB) de toda España.

Quizá todo sea culpa del sistema de financiación autonómica, cuya deficiencia respecto a la Comunitat Valenciana es lo único que suscita cierto consenso entre todos los grupos políticos de la cámara, si bien las culpas de ello varían dependiendo de quién suba a la tribuna de oradores.

No diré que no sería ideal contar con una mejor financiación. Pero pensar que esa sería la solución a todos los problemas parece un poco ridículo. Algo que debe compartir Camps, porque pese a asegurar que vivimos en el mejor escenario posible, anunció una batería de medidas a tomar a partir de ahora.

Medidas para recortar el déficit, para impulsar la creación de empleo, para cambiar el sistema productivo... En resumen, para arreglar aquellas cosas que todos teníamos la sensación que había que arreglar pero sobre las que Camps nos había dicho minutos antes que éramos la envidia de nuestros vecinos.

Sobre las medidas cabría hablar en otro momento, ya que, por ejemplo, "contribuir a crear empleo para que España salga de la crisis en los próximos dos años" no es una medida. Es una declaración de buena voluntad. Pero bien está que el presidente de la Generalitat haga algún movimiento. La sensación de parálisis que se ha vivido en el sector económico y empresarial valenciano en los últimos ¿12? meses se antojaba del todo excesiva en un periodo, sí, de crisis.

CAIXA DE GROS

Lo de la deuda de la Comunitat Valenciana se está convirtiendo en un tema tan manido que corre el peligro de perderse la perspectiva. Esta semana el Banco de España hizo públicos los datos del primer trimestre del año y, una vez más, encabezamos el ránking en el ratio de endeudamiento respecto al PIB, y somos los segundos, tras Cataluña, en números absolutos.

Como en esta ocasión la evolución de nuestro pasivo ha tenido un comportamiento mejor que el del resto de autonomías, Gerardo Camps -su continuidad o no se ha convertido en un culebrón- salió a ponerse un par de medallas. Y sí, es cierto que en trimestre a penas crece. Y que el 16% largo que crece en el interanual está muy por debajo de la media. Pero no hay que olvidar que no es lo mismo crecer un 50% desde 10 que desde 100. Pero como los gráficos son muy sufridos, solo hay que saber truncar la escala para las cosas parezcan lo que no son.

Si tienen tiempo y no les aburren mucho las cifras, entren aquí. Es una presentación a inversores del Instituto Valenciano de Finanzas. En el punto 4 encontrarán el listado de emisiones vivasde bonos, es decir, que tienen vencimientos de capital en los próximos años. Y si no, les pongo yo un gráfico (que no es nada sospechoso, pues esta pillado de otra presentación a inversores de la propia Generalitat).

Son los millones de euros que habrá que amortizar en los próximos años, sin contar, claro, los que se puedan emitir a partir de ahora.

Pero si me hacen caso y entran en el listado, les recomiendo que no se pierdan una emisión con fecha del 27/10/2010 por unos extraños 47,75 millones de euros en leus rumanos al módico interés del 8,85%. Ni los créditos que anuncian por la tele en los programas de la mañana...


CAIXA DE MENUT

Una frivolidad para acabar por hoy. El otro día en su cuenta de Twitter, el hasta hace nada diputado socialistas en Les Corts y exconcejal del ayuntamiento de Valencia Manolo Mata, lanzó el siguiente mensaje: "¡Decidido! Pasaré todo mi dinero al primer banco que cancele las hipotecas a cambio de la entrega de los inmuebles. ¿Habrá alguno?".

De ser ciertos los chascarrillos sobre la fortuna del abogado y con la guerra de depósitos que hay en las entidades financieras, quizá alguna, de las pequeñas y no muy pillada en el sector del ladrillo, podría llegar a hacer números. Igual le sale a cuenta.

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