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VALENCIA. En la última época de Bancaja, la iniciada tras la fusión de Caja Valencia con Caja Castellón hace casi 20 años, por el consejo de admnistración de la entidad han pasado 91 personas. De ellas, sólo una ha conseguido mantenerse durante todo este tiempo, evitando las limitaciones temporales gracias a los cambios de la Ley de Cajas que ponían el contador a cero: Antonio Tirado Jiménez.

El actual vicepresidente primero entró en los órganos de gobierno con la fusión procedente de Caja Castellón, de la que era presidente. Su habilidad para mantenerse en el cargo es digna de estudio. Fue copresidente con José María Simó durante lo dos primeros años de Bancaja, ocupó la presidencia de una forma casi interina en el periodo de sucesión de Simó por Julio de Miguel, y con la llegada de José Luis Olivas ha conseguido no bajar ningún escalón. Su recorrido político, desde su militancia en el PSOE que le llevó hasta la alcaldía de Castellón, hasta su sonada salida del partido y posterior acercamiento al PP, le ha permitido mantener su sillón independientemente del gobierno de la Generalitat.

Tirado no solo ha conseguido seguir con un puesto en el consejo de administración de Banco Financiero y de Ahorros y de Bankia. También formará parte del núcleo duro de al entidad cotizada, la comisión ejecutiva, cuya formación inicial cuenta con siete miembros: Rodrigo Rato, José Luis Olivas. Francisco Verdú, José Manuel Fernández Norniella, José Antonio Moral Santín, Atilano Soto y el propio Tirado.

FRANCISCO ROS

La sorpresa del día la protagonizó el nombramiento de Francisco Ros García. Aunque formalmente es independiente, su puesto forma parte de la cuota de Bancaja. En las quinielas había sonado el nombre del presidente de Cierval, Rafael Ferrando. Sin embargo, su condición de miembro del consejo de Bancaja, al igual que Olivas y Tirado, condicionaba el porcentaje de consejeros independientes del nuevo órgano de Bankia.