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-¿Qué reacción prevé de la bolsa española al resultado electoral de este próximo domingo?
-Pues tratándose de unas elecciones municipales y autonómicas y no unas elecciones generales, no esperamos grandes cambios en el mercado, caso de producirse una debacle electoral en los resultados del partido actualmente en el Gobierno. España es desde hace ya muchos años una democracia consolidada y los inversores asumen cambios y alternancia en los gobernantes sin el más mínimo problema, tal y como ocurre en otros países de nuestro entorno.

-¿Qué le diría a un pequeño inversor cansado de asistir al movimiento lateral por el que atraviesa el Ibex 35?
-Pues que se fije una estrategia de inversión. Si opera a muy corto plazo, siempre hay alternativas de trading. Si opera a medio plazo, también se pueden identificar valores que ofrezcan posibilidades de revalorizaciones. Por ejemplo, ahora vemos una buena alternativa para este perfil en ACS. Y si prefiere una alternativa conservadora y a largo plazo, en el mercado español hay valores con un excelente soporte fundamental y con una muy buena rentabilidad por dividendo como es el caso de Telefónica. En definitiva, es cuestión de fijarse una estrategia de inversión y ser estricto con ella, porque el mercado siempre da posibilidades.

-Grecia, Irlanda, Portugal.... ¿caerá también España?
-Definitivamente no... por la cuenta que nos corre y por la que les correría a nuestros vecinos europeos. Los números de España, a pesar de no ser buenos, no llegan ni de lejos a ser tan preocupantes como los del resto de periféricos. Pero en volumen global, España es lo suficientemente grande como para causar un auténtico tsunami en la Eurozona en caso de caer. Lo que sí que tiene que hacer España, más bien su Gobierno, es 'ponerse las pilas' para realizar las reformas necesarias de una vez -excepto subir el IVA, de verdad, no se ha hecho nada- y tomar por los cuernos el gran problema que suponen unas administraciones autonómicas y locales absolutamente hiperdimensionadas. Por no hablar de la reducción de gastos no corrientes en lo que se incurre innecesariamente.

-Por cierto, ¿cuál es su visión sobre la marcha actual de la economía española?
-Pues como ya hemos dicho, la situación no es buena. Una cifra de parados como la que soporta el mercado español es completamente inasumible y además provoca que el crecimiento económico esté del todo hipotecado en el corto y medio plazo. Desde luego, las previsiones del Gobierno no son nada realistas en absoluto y dudamos mucho que se puedan alcanzar los compromisos fijados con Europa a corto y medio plazo. Lo malo es que un cambio radical -algo absolutamente necesario por otra parte- en la política económica del país, no va a conseguir efectos a corto y medio plazo y se van a tardar muchos años, además de que va a haber que realizar muchos esfuerzos para reconducir la actual situación.