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Bankia: opacidad frente a transparencia

EDITORIAL. 19/05/2011 Una mayor transparencia y explicación sobre las etapas que se van cerrando aumentaría las probabilidades de que la salida a Bolsa de Bankia sea un éxito intachable

VALENCIA. Bankia se prepara para iniciar la operación de su privatización en pocas semanas. Con ello se iniciará una nueva etapa en la crisis de las cajas de ahorro que sólo se cerrará cuando las entidades dependientes de la ayuda del FROB vuelvan a estar fuera de la esfera de la intervención pública. Porque por más que no guste escucharlo, esto y no otra cosa es lo que supone la ayuda directa por parte del FROB a las cajas que han decidido, por tener una reputación y una solvencia insuficientes, no salir a Bolsa.

Como empresa cotizada, la entidad resultante de la integración de Bancaja en el grupo encabezado por Caja Madrid estará obligada a presentar una información trimestral a los inversores muy superior a la que ha venido suministrado hasta ahora cualquier caja de ahorros, mientras debe prepararse para que el mercado evalúe cada toma de decisiones. Estar presente en el mercado bursátil tiene sin duda ventajas muy evidentes para reforzar los recursos propios, pero también la contrapartida de una transparencia, y una gestión de resultados, mucho más rigurosa que hasta el presente.

Los pasos dados hasta ahora por el grupo financiero que conduce Rodrigo Rato no se han caracterizado, sin embargo, por ese rasgo. Hasta el momento y fuera de la comunicación a la CNMV realizada el 14 de marzo de que iniciaba los trámites para su salida a Bolsa, poco más se sabe por boca de sus responsables. Especulaciones acerca de los motivos que explican las decisiones adoptadas, como el reparto de las participaciones industriales entre Bankia y el BFA, hay muchas. Confirmaciones por parte de los que han tomado la decisión, ninguna. Lo mismo sucede con el capital a levantar por el que fuera ministro de Economía en los gobiernos de José María Aznar. Estimaciones, todas las que uno quiera. Indicaciones de los únicos que las pueden dar para reducir la incertidumbre, ni una.

Teniendo en cuenta la importancia de la operación en curso, tanto para Bankia como el resto de las entidades en crisis, cabe exigir un mayor esfuerzo de transparencia y de información de la hoja de ruta que debe acabar con la colocación de un mínimo del 25% del capital de la entidad, según la Ley del Mercado de Valores. Un éxito probable pero no asegurado porque la incertidumbre y la penalización existente sobre los mercados del sur de Europa no han desaparecido.

Y no son descartables nuevas tormentas en ellos dentro del plazo en que Bankia debe salir al mercado. La transparencia informativa acerca de los pasos que se dan, aunque no sea el único elemento relevante, aumenta las probabilidades de que la operación, como deseamos, se salde con un completo éxito.

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1 comentario

el palleter escribió
19/05/2011 11:35

Basta leer los anteriores informes anuales de ambas entidades de los últimos años para darse cuenta de la diferencia en lo que se cuenta y la realidad posterior. Los equipos directivos de ambas entidades que son los de la nueva deberían estar en................

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