Una longevidad que retrata el proyecto de Lim

VALÈNCIA. Con la autoproclamación la pasada semana en una entrevista al diario As de Míguel Ángel Corona como Director Deportivo (no existe confirmación oficial del nombramiento por parte del club), el toledano se convierte en el miembro del departamento técnico más longevo en los nueve años que Peter Lim lleva al frente del club como propietario.

Desde su llegada en enero de 2020 hasta hoy, Corona va camino de los 4 años en el cargo. Ya acumula más tiempo en el cargo que los 2 y8 meses en los que estuvo Mateu Alemany, los 8 meses de Alesanco, el poco más de un año que estuvo Suso García Pitarch o el puñado de meses que en distintas épocas cubrieron Rufete, Jorge López o César Sánchez.

Pese a los resultados deportivos cosechados por la entidad bajo su gestión, el toledano ha ido ascendiendo peldaños en el escalafón hasta ganarse la total confianza de Anil Murthy primero y de Lay Hoon después. De hecho el club ha confirmado en los últimos meses su absoluta determinación en reafirmar la labor del manchego y de incluso premiarle con un ascenso pese a los resultados del próximo año. No sólo ha cambiado la nomenclatura y se le ha dado más autonomía (según sus propias palabras), si no que además se le ha permitido reforzar el área técnica con alguien de su confianza como Carmelo del Pozo. Viendo cómo encaja Corona en el status deportivo en el que Meriton ha sumido al Valencia CF, se vuelve a evidenciar que en el orden de prioridades para Peter Lim se encuentra la sumisión por encima de la eficacia.

Para reforzar esta última idea, ahí tenemos la longevidad del otro ejecutivo de primera línea que más tiempo ha durado desde que llegó Peter Lim: Anil Murthy. Llegó al club en noviembre de 2016 como consejero ejecutivo de la presidenta Lay Hoon y comenzó a ejercer labores como encargado del área de comunicación.

Desde julio de 2017 se convirtió en el 37.º presidente del club sustitución de Lay Hoon. Vivió los mejores años de la era Lim con dos clasificaciones para Champions y la conquista de la Copa del Rey de 2019 (el año del centenario). Sin embargo todo ello fue pese su influjo ya que siempre receló del triunvirato Alemany-Marcelino-Longoria sobre el que se sustentaron los triunfos y maniobró en la sombra todo lo posible (junto a Kim Koh) para que Lim acabara por destruir aquel proyecto en septiembre de 2019.

Desde aquel momento Murthy ha estado involucrado en todo tipo de episodios rocambolescos que siempre han tenido como principal perjudicado al Valencia CF y a su imagen. Mandar callar a Mestalla desde el palco, acusar a Valencia de xenófoba, personarse en reuniones con empresarios en condiciones etílicas más que cuestionables, mentirle reiteradamente a los entrenadores sobre el proyecto, autoproclamarse secretario técnico, despedir empleados con un buen currículum de manera injustificada, no ir a las reuniones con la RFEF para el reparto de entradas de la final, criticar al presidente de la Generalitat Ximo Puig por la gestión de la pandemia, presentarse con las manos vacías a las reuniones con los técnicos por el proyecto del nuevo estadio...

Sin embargo Lim parecía encantado con el incendiario que él había colocado en la presidencia. Sólo los audios desvelados en su día por el diario Súperdeporte en los que criticaba al propietario "Peter es un problema porque es un aficionado. Está senil", propiciaron su caída en los últimos días del mes de mayo pasado. Los casi seis años que Murthy estuvo sentado en el sillón presidencial superan los 4 (en dos etapas de Lay Hoon), o los pocos días del breve e inconsistente Khojama Kalimuddin.

Pese a que existen otros cargos de igual o mayor continuidad en sus cargos (Inma Ibáñez como directora financiera, o Voro en la parte deportiva) la longevidad en dos cargos tan importantes en una entidad deportiva como la presidencia y la secretaría técnica definen el proyecto de Peter Lim en el Valencia CF. A la llegada del singapurense los de Mestalla eran el tercer club de España en la clasificación histórica de la liga, ya han sido superados por el Atleti y por el Sevilla, y este último año se ha salvado el descenso a segunda en la última jornada. No se vislumbran cambios de calado en una entidad que se empequeñece a pasos agigantados en manos de su actual propietario.