Un año de local management

VALÈNCIA. Hoy hace un año que el Valencia CF daba a conocer mediante un tuit el ascenso del abogado Javier Solís al cargo de director corporativo y portavoz del Valencia CF. Solís, responsable del departamento legal desde la temporada 2014/15 se convertía en la mano derecha de la presidenta Layhoon Chan, quien en su vuelta a Valencia vendió la idea de apoyarse mucho en los empleados valencianos de la entidad para extender su segundo reinado.

Nacía entonces el concepto de "Local Management" al que Corona dio oficialidad en una entrevista este verano para colocar el mantra de que los ejecutivos locales iban a tener más autonomía e independencia. El tiempo ha demostrado que no había nada más lejos de la realidad.

Por aquel momento (octubre de 2022), Layhoon atrajo hacia sí misma a diversos empleados que ocupaban cargos de cierta entidad dentro del club. Además de Solís, la presidenta formó una guardia de corps en la que se encuentran Inma Ibáñez (directora financiera) o Cristian Schneider (jefe de operaciones). El intento de Layhoon de incorporar a algunos ex empleados despedidos en la era de Anil Murthy cayó en saco roto tras un sondeo en el que los consultados rechazaron de plano la idea de volver a trabajar para Meriton.

Pese a lo precario de su nombramiento (no hubo un comunicado oficial y todo se remitió a un tuit), Javier Solís pronto se convirtió en el rostro más visible de la causa de Meriton en Valencia. 

Momentos como la defensa a ultranza de la implicación del propietario a la vuelta de una reunión en Singapur en mayo: "Ve todos los partidos, está preocupado, esa pregunta es... hemos estado con él, 48 horas de reuniones y mucho trabajo, está muy preocupado por la situación pero no tiene dudas de que vamos a salir adelante"; o ataques al anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento en el conflicto generado por el Nou Mestalla: "Las elecciones están retrasando el convenio por el Nou Mestalla. Nadie tiene dudas de eso, lo llevamos diciendo desde hace dos o tres meses. El tiempo nos da la razón. No tenemos respuesta", le han otorgado a ojos del valencianismo un papel principal en la defensa de los intereses del máximo accionista.

Por ello su desgaste es evidente y su momento de impopularidad en la calle es incontestable. Frases como las expresadas en la previa del partido en Vitoria: " Creo que dentro de nuestras posibilidades hemos intentado darle a nuestro entrenador todas las armas posibles" o en la previa del encuentro ante el Betis: "Como club es un honor y un orgullo ver a tantos jóvenes jugar con el primer equipo" han pesado, y mucho a la hora de granjearle las iras entre los colectivos opositores al máximo accionista.

Pese a ser el portavoz del club, Solís no se sienta en rueda de prensa desde el pasado 1 de febrero y su voz sólo ha podido ser escuchada en la vuelta de Singapur tras reunirse con Lim (mes de mayo) o en la televisión que tiene los derechos de los partidos de la liga. En privado, hubo un desayuno informal al que todos los medios fueron invitados, pero tras las críticas de cierta parte de la prensa presente, el número de asistentes a esos desayunos también ha ido menguando.

Sus intervenciones públicas para defender al club de arbitrajes como el sufrido la pasada temporada ante el Sevilla o para defender a la entidad ante los ataques de racismo propagados por el Real Madrid no han mitigado la imagen peyorativa que se tiene de él en la calle. A día de hoy se entiende que la figura de Solís representa el ejemplo más claro de defensa desde Valencia de los intereses del propietario del club.