Sr.Lim la desconfianza se la ha ganado 

VALENCIA. Después de cuatro meses por fin apareció el máximo accionista del Valencia CF en Mestalla. Lo hizo para comprobar en primera persona el desastre en que se ha convertido el club con la gestión de Meriton. Es decir, con su gestión. Estoy convencido de que Lim tenía buenas intenciones cuando decidió embarcarse en el Valencia CF pero a día de hoy esas buenas intenciones han sido enterradas por las muchas malas decisiones que ha tomado el asiático. 

Peter Lim tiene un problema. Y el problema es grande. Su credibilidad ha caído en picado entre el aficionado valencianista y su crédito empieza a ser poco por lo mucho que se esperaba de él. Su proyecto, el que él presentó para comprar la entidad valencianista hablaba de varias cosas sencillas de poner en un papel, pero muy complicadas de lograr en la práctica, pese a tener mucho dinero, sin los asesores adecuados. 

La gente se marchó de Mestalla el pasado domingo indiferente. Sin ganas ni de quejarse. Se han cansado. Han perdido la ilusión y lo han hecho porque el club se ha cansado de echar a sus aficionados del estadio durante toda la temporada. 

Peter Lim afirmó que venía para construir un gran equipo de fútbol. Un equipo que compitiera con los más grandes de Europa. Un equipo que hiciera sentir orgulloso al aficionado. En su primer año de gestión deportiva junto a su gente de confianza el club ha hecho, hasta ahora, la peor temporada de la historia en la Liga de tres puntos. Peter Lim afirmó, que mantendría una apuesta firme por la escuela que hasta hace bien poco era una de las cosas que mejor funcionaba. Los resultados de los equipos inferiores son mucho peores que los de años anteriores. Lim aseguró que construirían un club súper profesionalizado en todas sus áreas. De eso me van a permitir que les cuente que no existe nada. Y lo hago a sabiendas de que en el club esto no gustará, pero es la pura realidad.

El club está totalmente descabezado. Sin una autoridad clara. Sin orden. El área de marketing, una de las más importantes en un club de élite por lo que genera monetariamente, sobrevive con un director que pasa más tiempo en Londres que en Valencia y con su mano derecha trabajando desde Barcelona. Quizá consigan un gran esponsor, pero no me parece serio. No es lo que el Valencia CF merece. Ese área debería de ser potenciada y no recortada como ha ocurrido recientemente. Eso es lo que esperaba al menor este humilde comunicador del proyecto Lim. En las oficinas no hay patrón. No lo hay porque Meriton no se ha ocupado como debiera de la entidad. Deberían haber asaltado las oficinas y haber colocado a gente de su total confianza en cada área. Haber fijado unos objetivos y haber cortado cabezas sino se alcanzan. Es decir, haber dotado al club de un funcionamiento de empresa que maneja presupuestos que rondan los 100 millones de euros. Eso no ha ocurrido. Se han limitado a enviar a un señor que aún no habla castellano y a la presidenta una vez cada quince días. 

Pero son tantas las cosas que yo esperaba de Meriton y que no han ocurrido que por eso me siento tan decepcionado por este proyecto al que cada día le veo menos recorrido. Me van a perdonar por ser tan pesimista pero yo pensé que la entrada de un multimillonario al club significaba crecer. Significaba no vender a los buenos. Significaba cuadrar cuentas en un año malo con la aportación dineraria del dueño porque este sabía que le iba a costar pasta construir ese gran club. Significaba crear estructuras profesionales en todas las áreas y conseguir que el Valencia CF empezara a ser una alternativa real al Atlético de Madrid contra los dos transatlánticos. Yo les creí. Pensé que de verdad esa era la idea. Nunca pensé que sólo un año y unos meses después de su entrada estarían vendiéndonos a través de los mismos portavoces que hacía Manuel Llorente, que vamos a hacer proyectos como Llorente. Para mí es una decepción. Un golpe duro. Lim está a tiempo de darle la vuelta a la tortilla pero para eso debe hacer tantas cosas bien, después de haber hecho tantas mal, que me genera muchas dudas. Creo que las mismas que a la mayoría, esa mayoría que se marchó a casa el domingo sin expresarse o los que peor todavía no acudieron teniendo el pase pagado.