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Roberto Gagliardini: el Inter encuentra su equilibrio

Definiéndolo brevemente, diríamos de él que es un jugador que dota de equilibrio al equipo, inteligente tácticamente y con buenos recursos técnicos. Cuando hablamos de equilibrio, hablamos de un jugador que hace lo correcto tanto en la parte defensiva como ofensiva...

28/01/2017 - 

VALENCIA. Hace apenas unas semanas, saltó la noticia en Bérgamo al hacerse oficial el fichaje por 15 millones de euros de Mattia Caldara por la Juventus. Apuesta seria para la futura defensa juventina. El canterano bergamasco formará presumiblemente pareja con Rugani en la Juventus que viene de camino. Un golpe a medias porque se quedará un año más (a partir de 2018 llegará a Torino), pero el buen hacer de “La Dea” no ha pasado desapercibido ni en el Calcio ni en Europa. Poco a poco van a ir restándole efectivos al once de Gasperini, en este mercado o en el de verano, pero es ley de vida para un equipo revelación. El Inter, también ha desembarcado en Bérgamo y se ha hecho con los servicios de otra pieza fundamental. La pareja que formaban hasta hace unas semanas Franck Kessié (del que hablamos hace nada en este espacio) y Roberto Gagliardini, ha acabado con el segundo en el Giuseppe Meazza tras pagar 22 millones. El “Pogba blanco” como lo ha definido el bueno de Gian Piero, ya está instalado en el once inicial de Pioli para ayudar a seguir con la racha de victorias interistas que les ha acercado a Europa.

Roberto, es otro de los tantos canteranos que ha salido del Centro Deportivo Bortolocci de Zingonia en los últimos tiempos. Sin ir más lejos, su marcha ha sido la excusa perfecta para colocar en el once de la jornada pasada a Filipo Melegoni de 17 años. A falta de la llegada del jovencísimo Bryan Cristante (Benfica, pasando por Pescara), el adolescente salió al campo sin pensárselo dos veces junto a su compañero del 99 y defensa central Alessandro Bastoni. En Italia nadie se extraña, porque Atalanta cuida a sus “ragazzi”, los hace progresar en sus categorías inferiores o como cedidos desde muy jóvenes, hasta que llegan al primer equipo. Adquirieren experiencia a base de minutos y eso, en un club que no es de los grandes y que debe apostar por los suyos, se nota. Los míticos Tacchinardi o Morfeo hace algunos años o actualmente Bonaventura (Milán), Gabbiadini (Nápoles), Zaza (Valencia), Montolivo (Milán), Pazzini (Chievo) o Baselli (Torino) son jugadores que nos suenan y que aunque pocos lo saben, salieron de su escuela. El año pasado, el Nápoles pago 8 millones por Alberto Grassi con apenas unos partidos en el primer equipo y 20 años,aunque tras una lesión de rodilla, ha vuelto cedido a Bérgamo y tendrá su oportunidad ahora. El defensor Andrea Conti, Gagliardini, Caldara o Kessié forman parte de lanueva hornada que ratifica la evidente apuesta por lo que forman en casa. Viendo lopoco que le tiembla el pulso a Gasperini con chavales que no alcanzan la mayoría de edad, deberíamos empezar a seguir a Melegoni, Bastoni o Latte Lah (otro reciente debutante) en unos años.

Todo esto es digno de otro artículo, pero nos sirve para entender la historia de Roberto y sus prematuros viajes por Italia. Con 7 años, entró a formar parte del club de su ciudad y fue pasando por todas las categorías hasta el Primavera. En enero de 2014, con 19 años y tras debutar en cuarta ronda de Coppa de Italia, fue cedido al Cesena, entonces en la Serie B y cuajó seis meses de buen fútbol incluso jugando los Play-off de ascenso. Desde esa temporada empezó en la sub-20 italiana jugando varios partidos de clasificación al Europeo, incluso convocado para un “stage” con varios jóvenes por Prandelli. El curso siguiente cambia a la costa oeste del país para unirse al Spezia, donde las lesiones le frenaron alcanzando la pobre cifra de 14 partidos. Por tercera vez, la temporada pasada es cedido al Vicenza, esta vez de nuevo hasta enero y vuelve a Atalanta en el mercado de invierno. Se adivinaba en él un buen jugador, pero no acababa de cuajar en las últimas cesiones y en el club pretendían dejarle salir. Tras insistir Gasperini en que podría ser importante, Atalanta apostó por quedárselo y debutó en Serie A en el último partido de la temporada pasada, cumpliendo así con su sueño de niño.

Es un jugador alto, de 22 años y 1,88 de estatura. De pequeño actuaba como delantero, porque siempre era el más alto de su equipo y tenía mucho gol. Pero con los años, para su espigada complexión, se le veían buenas habilidades técnicas y mucho recorrido, pasando en el Primavera, al medio del campo. Es ahí donde destacó y ha desarrollado hasta ahora su carrera. Tras 16 partidos en la élite, ha hecho al Inter decidirse y apostar definitivamente por él. Definiéndolo brevemente, diríamos de él que es un jugador que dota de equilibrio al equipo, inteligente tácticamente y con buenos recursos técnicos. Cuando hablamos de equilibrio, hablamos de un jugador que hace lo correcto tanto en la parte defensiva como ofensiva. Sus capacidades y su físico le permiten ser un gran recuperador de balones, a la vez que un jugador con recorrido y buena llegada al área contraria. Destacaría sus arrancadas con el balón en los pies superando rivales y líneas defensivas y sus pases casi siempre acertados en profundidad, buscando también mucho juego entrelíneas. Intenso en la marca, se sacrifica y corre mucho sin perder su posición, la de cinco interista. Él mismo ha comentado en alguna ocasión, que la clave del cambio de su juego ha sido aprender desde su posición la importancia de defender y no solo atacar. A pesar de no ser goleador, tiene un buen disparo con la diestra que prueba en todos los partidos y que puede generar peligro. Un jugador muy completo, con mucho toque y sacrificio.

Ha formado buena pareja con Kessié durante la primera parte de la temporada y seguramente compartirá el doble pivote interista con Brozovic o Kondogbia según se de el caso. Por delante, como hemos visto en los dos partidos que lleva jugados, estarán Joao Mario o Banega. Por tanto, a priori serán estos cinco los que se repartan las tres posiciones. Con un equipo entregado a su entrenador, un centro del campo que parece ya entenderse y un Mauro Icardi que lo mete absolutamente todo, los fantasmas que llegaron con De Boer y la eliminación de la Europa League parecen quedar ya lejos. La victoria es siempre el bálsamo ante las dudas de un equipo y aquí tenemos el ejemplo: seis victorias seguidas en Serie A, a solo una de empatar su récord jugando este fin de semana contra el colista (Pescara) y teniendo que batirlo si ganan, la siguiente jornada en el Juventus Stadium. Habrá que ver si logran superar su mejor racha ¿no?.

Reconoce Roberto que todo esto es “un reto” para él y que es el sueño de muchos niños llegar a Milán. Además, el primer día que se vistió con la neroazzura fue titular y parece que va a convertirse en indiscutible dadas las circunstancias. El bajo rendimiento de Kondogbia tras pagar una millonada por él o las ofertas mareantes desde China por un Banega intermitente, quizá hayan hecho que Pioli apueste por él desde el principio. Pioli y Gasperini no son muy diferentes en su premisas según “Gaglio”, le piden “intensidad en la marca, no perder la posición y volver a empezar”. Vamos, que se siente como en casa. De hecho hasta la camiseta es prácticamente la misma, para los que no siguen a Atalanta.

El nivel mostrado este año, ha sido definitivo para que Giampiero Ventura, le haya llamado definitivamente con la azzurra. A pesar de no debutar, la baja de Claudio Marchisio le metió en la lista de noviembre para al duelo de Clasificación del Mundial y el amistoso ante Alemania. “Es un jugador extraordinario, el futuro de la selección”, dijo Ventura tras debutar en el Inter con sobresaliente. De todos modos, este verano en el campeonato de Europa sub-21, será el momento de verle competir antes de subir definitivamente con los mayores.

La verdad, es que tanto Gasperini, como Prandelli y ahora Pioli o Ventura, hablan muy bien del trabajo y sacrificio de Roberto en el césped. El “límite lo pondrá él” destacó Gasperini en hace unas semanas. La oportunidad de mostrarse en un Inter en línea ascendente, le permitirá no solo ir a la selección, sino ser reconocido mundialmente y no solo como una promesa “atalantina”. Roberto lo tiene todo y como reconoció el equipo que le vio nacer en su despedida destaca la “seriedad, profesionalidad, pasión, tenacidad y determinación” con la que ha defendido sus colores. Viendo la importancia de la cantera en Atalanta, es un ejemplo para los jóvenes de la escuela que paso a paso construyen su futuro para acabar con un presente como el de él. Se viene una Italia potente y el cinco puede ser la primera pieza del puzzle. Además, vuelve el Inter, que para el fútbol, siempre es buena noticia.

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