Mendieta: "La final de Milán no se perdió en los penaltis; se perdió durante el partido"

VALÈNCIA. Gaizka Mendieta visitó ayer la Factoría Rambleta -del Espai Rambleta- para celebrar con una entrevista el 40 aniversario de Caixa Popular. La cooperativa de crédito valenciana se reunía así con la sociedad para compartir una agradable charla con el capitán de uno de los equipos del Valencia CF más importantes de su casi centenaria historia. El vasco formado en Castellón, el joven que fue subcampeón de España de 1.000 metros y mantuvo una prometedora carrera en el atletismo juvenil para acabar decidiéndose por el fútbol, aportó un sinfín de detalles a lo largo de esta charla en los que demostró ser un futbolista insólito. Entre lo más relevante, visto ahora, con perspectiva años después de su retirada, un capitán con capacidad de mando desde la más absoluta tranquilidad.

La charla abundó en no pocas de sus inquietudes culturales. Desde la lectura (de Nick Hornby a la novela negra) hasta la música, su verdadera pasión que también compartió en forma de pinchada para cerrar la noche. Ha sido dj en el FIB junto a Juan Vitoria y Arizona Dylan, pero también con otros amigos y mentores. De hecho, en los últimos meses ha pinchado en una fiesta privada del festival de Cannes o en otra en Cardiff en la noche de la final de la Champions League. De hecho, más allá de su faceta como empresario hostelero y sus constantes incursiones en partidos de leyendas a nivel internacional, la de dj es una de las profesiones que más cultiva el Mendieta a sus 43 años.

Por qué se perdió la final de Milán

Aunque no era el objeto de la charla, también habló de fútbol. Las pocas declaraciones que dejó ante el público fueron bastante destacadas. Todas ellas parten de una estima y afecto que reconoció por el club de Mestalla: "pasé aquí 10 años muy importantes de mi carrera. Lo que hecho en esta vida no hubiera sido posible sin el Valencia CF". Con eso y con todo, reviviendo dos de sus goles más míticos en una pantalla gigante (la volea y a la escuadra contra el Barça a pase de Ilie y el gol de la Final de la Copa del Rey de 1999 contra el Atlético de Madrid), Mendieta habló incluso de la Final de la Champions League de Milán: "la final no se perdió en los penaltis; se perdió durante todo el partido".

Mendieta quiso quitar peso a los penaltis, aunque él, uno de los mejores tiradores de la historia del club y de la Selección Española de Fútbol, aseguró que "los penaltis se practican también". De hecho, referenció a Messi como "el mejor o uno de los mejores jugadores del mundo y falla penaltis" y admitió haber aprendido su técnica de aguantar la mirada al portero hasta el último instante del delantero y exvalencianista ya retirado Oleg Salenko (máximo goleador de la Copa del Mundo de 1994). ¿Y, entonces, cuál fue el problema de aquella dolorosa derrota en San Siro? Para Mendieta influyó "la que falló Zahovic o el cambio de Aimar por Albelda... todos los cambios". De esta manera, el centrocampista internacional que se retiró en el Middlesbrough inglés, asegura que aquella final se perdió por múltiples factores. 

Mendieta, que es también comentarista de La Liga española en Inglaterra y embajador de la misma en el mundo, fue crítico con los medios de comunicación deportivos españoles. En cierto sentido, puso en valor a los británicos: "allí, los deportistas profesionales son tratados con admiración". De hecho, aseguró que no se vería trabajando para un medio de comunicación en España. Sin embargo, como entrenador, pese a que tiene el título, tampoco se ve ejerciendo "de momento". La razón es que, por motivos personales, ahora mismo no se ve "viajando todos los fines de semana y metido en esa dinámica. Un futbolista desconecta más, pero para un entrenador es imposible separarse del día a día". En gran medida, confió que actualmente sus dos hijas adolescentes son una de sus ocupaciones y ese ritmo de vida sería incompatible con esta decisión.

"Es posible que el club haya perdido la confianza de los aficionados"

Sin embargo, esa relación sucede precisamente en València, por lo que cuando hace dos años Lay Hoon se reunió con él para tantear la posibilidad de incorporarle -y se entendió en la conversación que como entrenador - Mendieta fue claro: "yo les dije la idea que tenía de fútbol y lo que quería hacer. Ellos tenían otra idea, así que nunca me volvieron a llamar". Esa situación, verbalizada por él ayer en Rambleta, también se conecta con una visión crítica de la gestión del proyecto de Peter Lim para el club. Con distancias y mucho respeto, Mendieta destacó que "el proyecto, ahora mismo, parece una reválida. Habrá que ver si dejan trabajar a Marcelino y Alemany. Hará falta paciencia". Y fue más allá: "el proyecto a menudo parece un proyecto, pero no se define. Nadie ha salido a explicarlo. Nadie ha salido al final de la temporada y ha dado una explicación de porqué las cosas han ido mal. No sé sabe si el equipo se va a nutrir de jóvenes, qué tipos de fichajes se van a hacer..."

En este sentido, Mendieta destacó la llegada al primer equipo de Carlos Soler: "ha demostrado que no se acongoja ante nadie y, además, tiene calidad técnica. Pero como tantos que pueden venir de la cantera". El comentario venía a redondear la idea de que el Valencia CF no ha marcado si su camino se va a basar en dar ese paso a la cantera de una manera más habitual como modelo de club: "lo que sí está claro históricamente es que cuando las cosas van mal, la gente de la cantera aparece en el primer equipo". Una elipsis que conecta con el inicio de su carrera profesional y las oportunidades que le brindó Guus Hiddink. 

Para el excapitán valencianista, lo más relevante del proyecto se relaciona con la falta de comunicación entre club y aficionados: "es posible que hayan perdido la confianza de los aficionados. Han jugado con ellos de alguna manera, con esa ilusión. Y la falta de comunicación ha molestado a la gente". Mendieta, con serenidad, trato de enlazar esas ideas y a modo de salida, volviendo a temas más relacionados con su residencia en Londres o con su pasión por la música, dijo: "el Brexit es un poco como el proyecto del Valencia. Sí, sabemos que está ahí, que se ha dicho que sí, pero no sabemos muy bien qué significa ni en qué se va a concretar".