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opinión

Marcelino: un discurso auténtico

No tiene nada que ver con el año pasado cuando comenzó con un entrenador con escaso bagaje en Primera, y que fue puesto sin tener la confianza total...

25/05/2017 - 

VALENCIA. El pasado lunes comenzó oficialmente la era Marcelino. Su discurso en la presentación suena a auténtico y las cosas que dijo son absolutamente razonables todas ellas. Podemos ganar o perder dijo, pero el Valencia no dejará de competir con él. Son cambios para la esperanza en torno a la figura de un técnico como Marcelino. Son motivos para la creencia, la confianza y para la ilusión.

No tiene nada que ver con el año pasado cuando comenzó con un entrenador con escaso bagaje en Primera, y que fue puesto sin tener la confianza total. 

Era un experimento y fue una apuesta arriesgada. Un Director Deportivo con experiencia demostrada, sin embargo, se la jugó con Pako Ayestarán, al que despidió a los cuatro partidos.

Este año ha sido diferente la puesta en escena. Marcelino es un técnico con experiencia demostrada, con resultados óptimos en sus equipos y éxitos. Son motivos para la esperanza. Y Marcelino quería fichar por el Valencia. Me consta que le emocionaba entrenar a una entidad como el Valencia. Era su gran ilusión. 

Marcelino empleó mucho el lunes la palabra exigencia. Y Mateo Alemany, la implicación de los jugadores como parámetro fundamental e imagino que en la medida que se pueda, va a haber la necesaria limpieza en la plantilla. Aunque pensamos que una cosa es lo que se quiera hacer y otra diferente lo que se pueda. Pero como dijo Marcelino, todos son necesarios y ninguno imprescindible. El tiene un análisis ponderado y una deseable consecuencia. Y la definición que ha hecho de su fútbol incluye la implicación.

Un detalle importante es que Marcelino ha sido presentado sin que vaya a Singapur y sin conocer ni hablar con Peter Lim. ¡Por fin!. Ya se sabe que el dueño del club ha apoyado desde principio la sabia decisión de su contratación a petición de Alemany, que ha apostado desde el inicio por él. Pero es un detalle que cambia cosas. Porque hasta ahora siempre había que ir Singapur si o si. Y ahora no ha hecho falta. 

En la presentación se evitó hablar de Europa. Han evitado fijar por todos los medios y como objetivo para la próxima temporada, la palabra Europa League. No han querido ponerse la presión de Europa. No han hablado de un objetivo deportivo concreto. Pero conociendo a Marcelino y sus antecendentes y ese discurso tan auténtico, el objetivo es alto. Nunca dejar de competir. Y estoy más que seguro que va a luchar y combatir por estar arriba como corresponde a la historia del Valencia. El nivel de exigencia que desde ahora va a existir va a ser muy alto. Compromiso y ambición.

Como bien dijo el técnico asturiano, saber de donde se viene, la posición que ha ocupado en estos dos últimos años y donde se quiere llegar. Marcelino comparte las peticiones y la ilusión del valencianismo. Él va a transmitir energía nueva y positiva, seguridad y emoción. Es un entrenador muy trabajador, capacitado y exigente. Y la disciplina y la exigencia son sus dos premisas básicas. Seriedad y rigor. Y esa similitud en cuanto a entrenar con lo que al Valencia siempre le ha ido mejor. Benítez, Cúper, Ranieri... El Valencia ha tenido entrenadores del perfil de Marcelino y con algunos de ellos le ha ido muy bien. Y su 4-4-2 también irá en función de lo que disponga en la plantilla. 

Porque 5 son los entrenadores que ha tenido el Valencia en dos años y cada uno con diferentes formas de entrenar. Y es evidente que excepto bastante Voro, no se ha optimizado el rendimiento de la plantilla y por eso, hay que meter el bisturí.

Marcelino es un técnico cabal, coherente, muy seguro de sí mismo. Por fin, un proyecto, una idea de juego la que además se parece a lo que siempre le ha ido históricamente al Valencia. Estoy muy seguro del trabajo que ha desarrollado y va a desplegar en el Valencia. 

Exigencia, compromiso, solidaridad, ambición. Sin ellas es imposible lograr resultados deportivos. Esa es la gran receta de cuatro pilares básicos e innegociables para el nuevo entrenador del Valencia. Las mismas que han brillado por su ausencia en estas dos últimas temporadas. Con el talento y el nombre no basta. Se ha comprobado. 

Lo que sí comienza es un proyecto coherente. Espero que de mucha duración. Las personas que están decidiendo lo que va a ocurrir en el Valencia tienen control y conocimiento en el fútbol y en sus códigos. Este club está ahora en buenas manos. Ahora que salgan las cosas. El binomio Alemany-Marcelino saben llevarlo bien. Los que pilotan el barco entienden de que va el fútbol, y eso a nivel del valencianismo, genera optimismo y tranquilidad, tras dos años decepcionantes de resultados. Ahora a llegar a buen puerto. Pero que el aficionado valencianista esté tranquilo con este fichaje de Marcelino. 

Es un grandísimo fichaje.

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