GRUPO PLAZA

la permanencia, la productividad de la academia, el nou mestalla...

Los retos del Valencia CF para el 2024

30/12/2023 - 

VALÈNCIA. El Valencia deja atrás un 2023 convulso. Los múltiples conflictos que estuvieron presentes a los largo de los últimos 12 vinieron presididos por la enorme angustia durante el primer semestre de eludir el descenso a segunda división. Pero no sólo la marcha deportiva empañó un año difícil a todos los niveles para la entidad de Mestalla. De las consecuencias de lo ocurrido en el año que acaba, se fijan también las metas para 2024.

Eludir el descenso a segunda

Es el objetivo deportivo marcado por la propiedad al comienzo de la temporada por la propia presidenta Layhoon: "Para ser realistas, nuestro objetivo para esta temporada es trabajar duro y mejorar con el propósito de permanecer en Primera División y asegurarnos de no volver a sufrir como la temporada pasada". En ese mismo sentido, el resto de voces del club que se han referido a ese mismo tema (el objetivo deportivo del club), desde Baraja a Corona, han apuntado a la meta de permanecer en primera división, a ser posible sin el esfuerzo y sufrimiento de la temporada anterior.

Aún así, toda esta declaración queda en entredicho tras la rueda de prensa de la presidenta Layhoon post junta de accionistas del pasado 14 de diciembre en la que aseguró que no se hizo un determinado esfuerzo en la contratación de un futbolista en el verano porque: "el accionista mayoritario no ve peligro de descenso".

Por el momento (partiendo de la base de mantener la categoría), la trayectoria deportiva es aceptable y el equipo ha llegado al parón navideño con 23 puntos en décima posición de la tabla y a 10 puntos de las posiciones que implican la pérdida de categoría.

El Nou Mestalla

Es el caballo del batalla de Meriton con las instituciones políticas desde su llegada en 2014. El club sostiene en la actualidad que es vital la finalización del Nou Mestalla para asegurar el futuro económico de la entidad. Aseguran que este es el momento en el cual se puede afrontar la obra debido al acuerdo económico de LaLiga con el fondo británico CVC por el cual el Valencia CF dispondría del 80 millones de euros para acometer los trabajos.

Tras el cambio de signo en el gobierno de la Generalitat y el Ayuntamiento se entablaron nuevas conversaciones que generaron mucha polémica en la oposición debido a que el concejal de Grandes Proyectos del Ayuntamiento, José Marí Olano, trabajaba también a tiempo parcial en la consultora KPMG (quien había asesorado en algún negocio a Meriton) y se reunió en Madrid con el abogado de Lim en España, Germán Cabrera para hablar del posible nuevo convenio urbanístico. 

Tras el ruido generado, el 18 de octubre el Ayuntamiento emitió una nota pública en la cual trasladaba su decisión "de no realizar ninguna negociación sobre el convenio urbanístico hasta que el club retome efectivamente las obras de construcción del Nuevo Estadio, paralizadas desde hace casi quince años". Del mismo modo, el consistorio puso como condición que el club retirara "los recursos contencioso-administrativos presentados contra los actos de la Generalitat Valenciana de denegación de prórroga y declaración de la antigua ATE".

Tras la junta de accionistas del pasado 14 de diciembre, el club se mostró favorable a los planteamientos del consistorio aunque sin confirmar que se fueran a acoger a los mismos. Eso sí, aseguró que se trabaja para la obtención de las pertinentes licencias de obras: "De hecho, tomamos una decisión proactiva para adoptar el enfoque ECUV y OCA para la solicitud de las licencias. Ya habíamos presentado el certificado B1 al anterior Ayuntamiento el 21 de abril de 2023 y actualmente estamos trabajando para finalizar el resto de certificados, que deberían estar listos para presentarlos al Ayuntamiento dentro de unas semanas". 

Del mismo modo, tampoco aseguró la retirada de los contenciosos contra Ayuntamiento y Generalitat: "Estamos esperando al momento adecuado para ver si el acuerdo con el Ayuntamiento llega a buen puerto. Creo que si podemos llegar a un acuerdo, consideraremos retirarlo". 

Y así mismo continuaron las incógnitas sobre el coste total de la finalización de las obras y la financiación del mismo: "Necesitamos 170 millones, tenemos 80 de CVC y otros 35 vendrían de activos como el terciario".

Con la Espada de Damocles que supone la pérdida como condición de sede Mundialista para el 2030, instituciones y RFEF tratan de que llegue un acuerdo, para el cuál el club no parece tener ninguna prisa.

La Academia y el primer equipo

Dada la falta de inversión del máximo accionista en fichajes para el equipo, la valentía de Rubén Baraja ha encontrado en los chavales de la Academia de Paterna el sustento vital para competir en la máxima categoría.

Desde la irrupción continuidad en la primera plantilla de Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí, quienes fueron vitales para no caer a la segunda división, la nómina de canteranos con protagonismo destacado en el primer equipo, ha ido aumentando.

El Pipo ha recuperado a dos que ya habían debutado pero que no gozaban de la continuidad necesaria como Fran Pérez y Cristhian Mosquera. El primero se ha hecho ya un habitual de las convocatorias de Santi Denia en la selección española sub 21 y Mosquera crece cada partido a pasos agigantados y es ahora mismo el primer central de la plantilla. Yarek Gasiorowsky ha llegado para quedarse y ha demostrado a una temprana edad su validez como central e incluso como improvisado lateral izquierdo en caso de extrema necesidad.

Tras ellos son también ya habituales en las listas de convocados del primer equipo Pablo Gozálbez y Hugo González. Y en Copa del Rey les ha llegado el turno a César Tárrega y Marco Camus, despertando el primero, interés de equipos de la primera división.

Vista el estrangulamiento de Peter Lim a nivel económico para la adquisición de fichajes, que Paterna siga aportando futbolistas con el nivel que estamos viendo se convierte en un objetivo y una necesidad.

El enigma Gabriel

El central brasileño se encuentra en su último año de contrato que cuenta con la particularidad de una renovación automática si cumple un número determinado de partidos. Concretamente son 20 partidos (computando al menos 45 minutos en cada uno de ellos) los que prolongarían su contrato una temporada más de manera unilateral.

Preguntado en su día el entrenador si esto puede condicionar su presencia en los onces iniciales del brasileño, Baraja fue taxativo a la hora de negar tal circunstancia: "Ni se les ocurriría valorar esa situación. Me dedico a entrenar, sé el día a día y voy a poner a Paulista cuando lo tenga que poner. El club no va a entrar para nada y no lo entendería porque yo no me entrometo en otro tipo de facetas del club. Yo solo veo el rendimiento inmediato y trato de ser justo". No fue tan claro en sus palabras el director deportivo Miguel Ángel Corona preguntado por la misma situación hace un mes: "Entenderás que es un tema tan privado que lo gestiono de manera privada. No es algo sencillo y si te contestara... No le gustaría nada a Gabriel".

El problema de Gabriel es ya su edad (33 años), su ficha está por encima de los dos millones netos anuales y además se ha visto claramente adelantado en su rendimiento por Mosquera y Diakhaby, con la amenaza de Yarek Gasiorowsky. Por tanto, lo que al comienzo de temporada se hubiera dado casi como seguro (el cumplimiento de los 20 partidos y su renovación automática), es a día de hoy una patata caliente para la más que dudosa planificación deportiva de la entidad.

Articular las futuras juntas

Aunque con un año de retraso, el consejo de Administración del Valencia CF aprobó el pasado 14 de diciembre en la junta ordinaria de accionistas, el cambio del punto 11 de los estatutos para reducir la cantidad de acciones que dan derecho a asistir a las asambleas, dejando ese requisito en una sola acción.

La promesa realizada en su día por Kiat Lim llegó con un año de retraso (esta pasada junta ya debería haber tenido efecto, sin embargo fuentes oficiales del club aludieron a un "cambio de opinión" de los integrantes del consejo para aplicar dicha norma.

Una vez aprobado el cambio quedan muchas incógnitas por resolver: quiénes podrán tomar la palabra, si la junta será presencial o telemática, si se responderán a las preguntas de todos los accionistas y el recinto (caso de ser presencial) en el cual se realizaría dicha reunión anual, dado que es evidente que el utilizado en los últimos años (el palco VIP) no reuniría las condiciones de capacidad para acoger la cantidad de accionistas que pueden querer asistir a la citada junta.

A día de hoy el club no tiene respuesta para ninguna de estas preguntas y en petit comité admite que han aprobado una situación que a día de hoy no se han parado a dirimir cómo va a ser regulada. 

Noticias relacionadas

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email