Las quintas del hambre

VALÈNCIA. Siempre se ha dicho en el mundo del fútbol que la cantera es hija de la necesidad. Y en ese sentido, el Valencia CF tiene ahora una buena muestra ante sus ojos. La llegada y consolidación de un grupo de futbolistas como solución última para lo que parecía un cataclismo inevitable, el descenso a segunda, ha tenido un exitoso episodio de continuidad en la temporada siguiente.

El mundo del fútbol (a primer nivel) no sabia quiénes eran Javi Guerra, Diego López, Fran Pérez, Alberto Marí o Cristian Mosquera tan sólo hace un año. A día de hoy (y con la salvedad por lesión de Alberto Marí), a nadie le cabe en la cabeza un once del Pipo Baraja con estos jugadores cuya entrega, rendimiento y velocidad en el proceso de maduración está siendo digna de encomio. 

La pregunta por tanto, se hace inevitable la pregunta ¿Es esta quinta la mejor aportación del Mestalla al primer equipo del Valencia CF? La primera respuesta cuando se entabla el debate también conduce a una comparativa ineludible: la de la quinta que rescató al Valencia de la segunda división y lo llevó tres años después a Europa. 

Cierto es que es injusto dejar fuera de esta comparativa al CD Mestalla de la temporada 1951/52 que consiguió el ascenso a primera división tras clasificarse para el playu off de ascenso en la categoría de plata del fútbol español y ganarlo imponiéndose en la final al Logroñés. Aquel equipo entrenado por el mítico Carlos Iturraspe contaba con futbolistas que luego fueron la base del Valencia triunfal de la década de los 50 como Ibáñez, Juan Ramón, Sendra, Mangriñán, Mañó, Fuertes o Sócrates Belenguer.

La gran diferencia es la velocidad de unos y otros. La "maduración express" ha jugado en favor del actual grupo de jugadores, mientras que la quinta del 86 se coció a fuego lento. En el caso del actual grupo, son obra de la valentía y el ojo clínico de Rubén Baraja ante la falta de opciones, y en el caso del ya histórico grupo referido fueron varios entrenadores durante muchos años los que fueron cociendo a fuego lento una quinta que dejó una huella imborrable. Javi Guerra debuta en el primer equipo 16 de abril (ante el Sevilla en Mestalla), Diego López y Fran Pérez lo hacen de manera testimonial el 29 de agosto de 2022 ante el Atlético, aunque no tienen continuidad hasta la llegada del Pipo y Alberto Marí se estrena el 23 de abril en la victoria 0-2 en Elche. Por delante de estos sin llegó Mosquera que debutó en la temporada 21/22 en un partido de Copa ante el Atlético Baleares de la mano de José Bordalás.

En el caso de la quinta del 86, la continuidad jugó en su favor: desde el debut de Fernando Gómez Colomer en el año 1983, hasta el de Paco Camarasa en la 87/88 hablamos de hasta 4 años de diferencia. Además los debuts solían tener poca continuidad. Por ejemplo el mismo Camarasa jugó un sólo encuentro en la temporada 87/88 (ante la Real Sociedad) y ya subió su actuación hasta las 16 apariciones en liga la temporada siguiente.

En todo ese lapso de tiempo esa quinta se fue puliendo de la mano de técnicos, todos de la casa: Paquito, Roberto Gil, Oscar Rubén Valdez o Alfredo Di Stéfano (en su tercera época como entrenador valencianista). 

De esa manera Fernando Giner llega al primer equipo en la temporada 85/86, también lo hace Voro en esa misma temporada aunque juega bastante más (23 partidos), Salvador Revert en la 83/84, Emili Fenoll en la 85/86, se incorpora a Quique Sánchez Flores desde el Pegaso en la 84/85 y en ese mismo año viene del Alcorcón Carlos Arroyo. Y entre medias, un montón de canteranos que no dejaron tanta huella como los ya referidos, pero que también ayudaron al renacimiento del club como José Carlos Granero, Quique Moreno (qepd), Enric y José Vicente Cuxart (qepd), Cesar y Paco Ferrando, Juanjo Juárez o Sixto Casabona (qepd).

En el capítulo de similitudes encontramos dos muy llamativas. La primera es la segunda línea de canteranos que están preparados para dar el salto aunque aún es pronto para saber si lo conseguirán. En el grupo actual apuntan alto César Tárrega, Yarek Gasiorowsky, Pablo Gozálbez o Hugo González. En los 80, el Mestalla tuvo un montón de futbolistas que apuntaron, pero en este caso no tuvieron continuidad en el primer equipo. Nombres algo más olvidados por el imaginario colectivo como Palonés, Mir, Oltra, Barragán. Martín Viñals, Esteban Solaz, Paco Pepe o el guardameta Cháfer, tuvieron la oportunidad de debutar pero no fueron capaces de asentarse.

Y por último cuando la generación del 86 vuelve a primera y se asienta lo hace con gran protagonismo de un jugador fichado del Levante UD: Fernando Martínez Perales, "Nando". Desde la banda izquierda acabó siendo un jugador importantísimo hasta el punto de ser fichado a golpe de talonario por Augusto César Lendoiro para el Súper Depor. Pepelu es el jugador fichado desde el Levante en el que se asienta gran parte del equilibrio. El de Dènia ha caído de pie en Mestalla y ya es uno más de la plantillo en cuanto a su integración y un pilar fundamental en el once de Baraja, como demuestra el hecho de que es el futbolista de campo que más minutos ha jugado en el actual campaña (sólo superado por Mamardashvili).