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LA VISIÓN DE LOS EXPERTOS

"Este equipo está roto, no tiene ningún rumbo y sus datos son mejores que sus aportaciones"

Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión de lo ocurrido el choque liguero frente a la UD Las Palmas

22/11/2015 - 

VALENCIA. El Valencia no consiguió pasar del empate en Mestalla contra la UD Las Palmas y crecen las dudas antes afrontar el complicado encuentro de Liga de Campeones contra el Zenit de San Petersburgo.

DESMEMORIATS

Yo es que no sé qué decir. En lugar de explicar al VCF alguien debería explicármelo a mí primero, a ver si lo entiendo. Hoy, igual, no era día para poner a tanto jugador tocado o que viene de lesión, o de una semana de un estrés emocional altísimo, como Mustafi. Estamos ante un equipo esquizofrénico, como poco. Es lo único decente que alcanzo a decir tras el partido de Las Palmas.

VICENT MOLINS

Vigo iba a servir de revulsivo. El equipo había pasado a autogestionarse y por eso en Vigo se hizo la luz. El parón de Liga serviría para que el equipo trabajara más y solucionara deficiencias. Pues no, no y no. Espejismos. Promesas para confortarse. Este equipo está roto, no tiene ningún rumbo y sus datos son mejores que sus aportaciones. Un camino finito cuyo desenlace no hace más que posponerse. El Valencia necesita otro entrenador.

VICENTE BAU

CASI NADA

El Valencia acabó casi pidiendo la hora ante un recién ascendido. Es más, visto lo visto sobre el terreno de juego les diría que incluso eso de ´pidiendo la hora' era lo más razonable hacer para el equipo de Mestalla. La Unión Deportiva Las Palmas empató en Valencia y eso ya es un enorme aliciente para un recién ascendido. Si a eso le añadimos que empató por la sencilla razón de que el fútbol tiende a ser injusto me entenderán mucho mejor. El conjunto canario encajó el gol de Alcácer en los primeros instantes del duelo y justo en ese momento se puso a dominar el partido de una forma aplastante. Y sí, si somos justos, si aplicamos la justicia al mundo del fútbol, lo bien cierto es que anoche sólo la Unión Deportiva Las Palmas hizo méritos para llevarse los tres puntos. Desde que marcó Alcácer el dominio del conjunto canario fue desolador. Y sí, llegó el empate pero bien pudo haber llegado una derrota de esas que hacen un daño terrorífico. Los canarios fueron mejores, así de simple. Y sólo su propia inexperiencia y el acierto de Jaume Dòmenech evitaron que los tres puntos volaran de Mestalla. Y eso fue todo. El Valencia no da la talla. Y lo sigue demostrando. Lo de Vigo queda como un resultado errático en la actual temporada. Triste noche ayer.

JOSÉ MARÍA PERIS

Frío. Congelado. Ese era el sentir del aficionado valencianista al finalizar el partido, que llegaba a Mestalla con sonrisa burlona por aquello del Clásico y prometiéndoselas felices para hacer nueve de nueve. Y más cuando a los siete minutos, Alcácer empujaba a la red una de esas galopadas de André Gomes que a veces valen el precio de la entrada.

Pero no fue más que un espejismo. Las Palmas, con buen trato de la pelota a nivel individual y entendiendo los conceptos básicos del juego a nivel colectivo, puso en más de un aprieto a la zaga valencianista, carente de carácter, con Fuego multiplicándose, otra vez, para tapar agujeros y Jaume sujetando, otra vez, al equipo con sus manos.

Este Valencia necesita una catarsis en lo futbolístico. Es triste, como una tarde de otoño en soledad, sin un patrón de juego definido, con una juventud que, lejos de ser insolente y atrevida, es timorata e indefinida. Y todo eso es reflejo de un entrenador con el rumbo totalmente perdido, incapaz de modificar el rumbo del partido con cambios tácticos ante un centro del campo perdido y permitiendo que jugadores se paseen por el campo sin consecuencia alguna, lease Feghouli. Y poco podemos hacer cuando el primer disparo entre los tres palos se realiza en el minuto 76, porque el gol de Alcácer fue un empujón, un pase a la red.

Y esa catarsis necesaria ha de llegar por un cambio. De jugadores o de entrenador. Es más fácil lo segundo que lo primero, porque dudo mucho que el entrenador cambie y reactive al grupo por si mismo, que también nos vale. Dudo que vuelva a conquistar a los jugadores y que vuelvan a creer en el discurso futbolístico de este año. Sea cual sea, que yo no lo tengo claro. Y me da que los jugadores tampoco saben a que juegan, vistos algunos gestos en el campo. Intensidad alta en la presión y ayudas permanentes en defensa, dinamismo, aportar opciones al poseedor de la pelota, crear espacios, ocuparlos y aprovecharlos en ataque han de ser los conceptos básicos en los que asentar esta temporada, que va camino de ser insulsa, con más sombras que luces. Y eso en la tierra de la luz, es muy triste.

Nuno tiene el discurso futbolístico como su cuenta de Twitter. Vacío, sin contenido y sin nadie que le escriba. Como aquel coronel.

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