Diego García afirma que renovaría "ya mismo" a Molina y Toril

VALENCIA. Diego García, presidente del Elche, aseguró hoy que si de él dependiera renovaría "ya mismo" a José Luis Molina, director deportivo del club, y a Alberto Toril, entrenador del equipo, cuyos contratos con el club expiran el próximo 30 de junio.

"Si de mí dependiera los renovaría ya mismo porque este club necesita estabilidad institucional, pero también deportiva", indicó el presidente a Ser Radio Elche, si bien precisó que en el consejo aún no se ha abordado el tema de la continuidad de los técnicos.

"Hablo con ellos (Toril y Molina) todas las semanas y transmiten al equipo seguridad y unión. Me gustaría que este proyecto continuara más tiempo", dijo García, quien recordó que, por diversas circunstancias, el Elche se vio obligado a cambiar completamente sus proyectos deportivos en los dos últimos años.

"Quién pasó el invierno con nosotros me gustaría que también pasara el verano", añadió el dirigente en relación a que Molina y Toril aceptaron fichar por el Elche el pasado verano cuando otros técnicos que ocupaban sus puestos decidieron renunciar ante la inestabilidad accionarial de la entidad.

"Apostaron por nosotros en un momento difícil y nadie mejor que ellos sabe ahora qué necesitamos para mejorar en el futuro", afirmó el presidente, quien insistió en que el objetivo del Elche para esta temporada debe ser llegar cuanto antes a los 50 puntos que garantizan la permanencia.

"Estoy seguro de que si ganamos al Zaragoza el domingo será un punto de inflexión. Este equipo merece tener más puntos e igual si aseguramos pronto la permanencia llegamos a los últimos cuatro partidos jugándonos otras cosas", apostilló.

En el apartado institucional, Diego García anunció que una vez el juez apruebe de forma oficial el convenio de acreedores, y antes de la celebración de la junta de accionistas, solicitará al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), entidad poseedora del mayor paquete accionarial con la que el consejo ha mantenido varias polémicas, una nueva reunión para buscar "un acuerdo".

"No queremos imponer nada en la junta de accionistas, sino decidir lo mejor para todas las partes", reiteró el presidente, quien garantizó que el consejo podría hacer frente a la multa de Bruselas por ayudas institucionales en el caso de que no se le concediera la suspensión cautelar del pago de la sanción de 4.1 millones.