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OPINIÓN

Desde Karlsruhe a Barcelona

Y Neville no ha mostrado la determinación suficiente para sacar al Valencia de la peligrosa espiral de indefinición inquietante en la que vive. Ni cuando juega medio bien es capaz de empatar con el Sporting...

4/02/2016 - 

VALENCIA. Ese mercado invernal inútil, ridículo y que no tenía ningún sentido que decía Gary Neville, porque no estaba en el plan ni previsto fichar, ha dejado en Mestalla a dos jugadores, pero pudieron ser tres por Pedro Mosquera, o anteriormente Mario Suárez, que se fue con Quique al Watford.

Dos oportunidades que se presentaron a última hora en el mercado. Y que ha propiciado opciones. Ninguna pega porque Siqueira mejora a Orban, y Cheryshev mejora a Piatti y De Paul, porque la banda izquierda saldrá reforzada ofensivamente.

Y el club ha sabido leer bien las dos oportunidades que se le han ofrecido, aunque tenía una necesidad que no ha sido cubierta, que era para mí, el mediocentro defensivo. Y pienso también en un central. Se sube el nivel con Cheryshev, y de venir nadie a traer por sólo 200.000 euros al brasileño y al ruso, es un sí al mercado de invierno. Aunque me ha faltado el cromo del número 6 en el medio que no se ha encontrado, y el del 5, el central. Porque pedirle al ruso que tire del carro me parece mucho pedir. Con que sea capaz de subir la pelota con cierta rapidez, ya aportará más de lo que hay.

Pero visto lo de anoche en la Copa, harían falta un once entero después de la vergüenza y humillación en Barcelona. El 7-0 escuece en los ojos al aficionado valencianista con sólo mirarlo. La afición no merece un resultado como este. Duele ver al Valencia así. Es una cuestión de honor. ¿A qué jugó el Valencia?. Si mordía más el Barcelona con 4-0 que el Valencia. No hay ni alma ni sentimiento. Pero no de ahora, sino hace meses. El Valencia siempre le ha creado problemas al Barcelona, pero ayer sin jugadores de referencia que no los tiene, pues pasó lo que pasó, la apisonadora del Barça, y encima con esa actitud y esa alfombra roja que le puso anoche. Un grupo de indolentes jugadores en manos de un entrenador novel.

El nombre de Karlsruher quedó para siempre grabado con letras oscuras en la historia del Valencia. Pero la escandalosa derrota de ayer es el peor ridículo que se recuerda en años contra el Barcelona en el Camp Nou, tirando el partido y la Copa. Si Hiddink cayó en Karslruhe, aquí algo tiene que pasar y cambiar. Los números son mortíferos y no se pueden defender. Los resultados son peores que con Nuno. Es un querer y no poder. Porque viendo la actitud de los jugadores del Valencia anoche, es cuando se denota porque el equipo está donde está. Por cierto, Parejo te recomendaría ver el partido otra vez. Sí, míralo por favor y te darás cuenta que con esa actitud no se puede jugar en un grande como el Valencia. Que alguien me diga quien fue el último jugador que intentó hacerle un caño a Messi dentro de tu área. Es que no lo sé. Anoche fuiste tú que toda España lo vio. Antes, lo desconozco.

Mestalla pedía a gritos un despido de Nuno con el "Nuno vete ya", y ahora que pasa. Porque el caso es que los defectos de la plantilla no se han corregido. El Valencia es un equipo de cartón y está repleto de impostura. Es evidente y está más que claro que Gary no ha dado con la tecla y un sistema de juego capaz de sacarle un mejor rendimiento a la plantilla de que dispone. Y ya lo dijimos que a Gary Neville le dieron una oportunidad que no se la había ganado, simplemente porque nunca entrenó a un equipo. Así de sencillo. Es un hombre de fútbol, que en Inglaterra veía bien los partidos dicen, pero no podíamos adivinar si era o no buen entrenador, porque no ha entrenado nunca y no había referencias. Peter Lim pensó lo contrario de esto. El no es culpable de venir sino quien lo elige y él dice ok. Porque por Mestalla desde hace años siempre han pasado muy buenos entrenadores.

Y Neville no ha mostrado la determinación suficiente para sacar al Valencia de la peligrosa espiral de indefinición inquietante en la que vive. Ni cuando juega medio bien es capaz de empatar con el Sporting.

Porque en Liga mirar hacia abajo genera vértigo. La distancia actual con el descenso es de 5 puntos. Menos de dos partidos. Y el domingo, el Betis, con el agua al cuello y un rival directo.

Los números no se discuten. La racha actual en liga es la peor desde 1986, el año del descenso. Porque el Valencia sólo ha ganado 5 partidos, y después de realizar una inversión de 212 millones de euros en fichajes con ese juez y parte de la plantilla que es Jorge Mendes con la anuencia de Nuno y Peter Lim, que para eso es el dueño.

El equipo aparte del ridículo de anoche, no gana partidos con Neville y si no se gana partidos, pues habrá que tomar una decisión. Neville no es el máximo responsable de lo que está pasando, pero es evidente que no ha cambiado la dinámica de las cosas, ni es posible que le haya sacado tan poco rendimiento a esta plantilla por joven e indolente que sea. Y la gente del Valencia está muy pero que muy cansada de no ver ganar a su equipo. Y lo de ayer fue humillante y difícil de borrar.

El Valencia no le ha ganado a nadie. Y si no le gana al Betis, rival directo, pues asunto más que peliagudo. Cuando Nuno se fue se estaba a 5 puntos del cuarto, hoy se está a 19, tras ocho partidos después. Sólo 5 puntos de 24. Y ningún partido ganado en Liga. Y encima, la humillación del 7-0 de la Copa. Algo habrá que hacer. Reitero que Hiddink lo sufrió y cayó tras el descalabro histórico con aquel 7-0 de Karlsruher. Fue un resultado que incendió el club provocando la salida del entrenador y posteriormente del presidente. Nuno era parte del problema, pero la plantilla también. Y quien la ha hecho. Que todos sabemos quién es. Más millonario aún ayer con el fichaje de Jackson en China, y aquí lo que trajo, a la vista está el rendimiento. Un fiasco de jugadores y mucho dinero en traspasos.

La cuestión es si Gary Neville puede enderezar el rumbo. Cambiar la situación. A la vista de los resultados, no. Ya no sé si se le puede pedir aquello de, "Gary saque al Valencia de donde está". Y casi todos piensan que hace falta un cambio de timón. La afición y un club como el Valencia no merece el 7-0 de ayer en Barcelona. Porque no recuerdo desde Karlsruhe, una noche tan triste y aciaga del Valencia como ayer en Barcelona.

Siempre mantengo que en el fútbol un golpe de suerte puede salvar cualquier chapuza. No ocurre muchas veces, pero algunas sí. Pues a ello habrá que encomendarse.

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