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OPINIÓN

3 de octubre y todo por hacer 

3/10/2016 - 

VALENCIA. Salí este domingo de Mestalla con una mezcla entre enfado y resignación. La resignación era por ver que somos un equipo muy pequeño al lado de los grandes de Europa, el Atlético se ha colado en ese grupo por méritos propios, y el enfado era por el conformismo que se ha instalado en una parte del valencianismo. El argumento que más escuché para defender el partido blanquinegro ante el equipo de Simeone era "que se había competido". 

Hasta hace unos años en Mestalla competir significaba ganar. Ser competitivo significaba estar arriba. Ser competitivo significaba perder puntos contra los grandes porque te los guindaban. Competir era ser un equipo reconocible. Competir hasta hace poco en Mestalla no era un disparo blandito de Rodrigo y un cabezazo de Mangala, lesionado, cuando el partido moría. Ahora, ser competitivos es correr, pelear, luchar. Todos esos argumentos que utilizamos para definir a Javi Fuego y justificar que un centrocampista de su nivel fuera durante tres años titular en el Valencia CF. Algunos me acusarán de tenerle ojeriza al asturiano pero no, simplemente pensaba que no valía para el Valencia CF porque creo que para jugar en el Valencia CF hace falta mucho más que correr, pelear o sudar la camiseta. Eso debe ir implícito al jugador. Eso no es negociable. 

Y por desgracia seguimos teniendo a muchos que corren, pero que corren y poco más. Porque ante el Atlético el equipo peleó, corrió y luchó pero está a años luz en todo del equipo del Calderón. Y eso es lo que no esperábamos ninguno del proyecto de Peter Lim al frente del Valencia CF. Lo que esperábamos era estar compitiendo al menos con equipos como el Atlético de Madrid y ayer vimos en Mestalla que ahora mismo estamos muy lejos de ellos. En todo. 

Este lunes presentará el club a su nuevo entrenador, el italiano Cesare Prandelli. Su primer nombre es Claudio y a todos nos trae un poco el recuerdo del mítico Ranieri y su primera etapa. Sin embargo, antes de exigirle al italiano sería conveniente hacer un profundo análisis de conciencia y analizar porque el Valencia CF se ha permitido el lujo de tirar cuatro meses a la basura. Viniendo de la peor temporada de la historia en una Liga de tres puntos es llamativo que tantos interrogantes sigan sin ser explicadas a la afición por parte de los gestores. 

El aficionado valencianista todavía se pregunta como se la jugaron con Pako Ayestarán de entrenador después de Neville. Aún no se ha explicado el despido del vasco ni los motivos. No se puede entender que se tuviera clarísimo que había que fichar mucho en el centro del campo y apenas hayan llegado dos jugadores, uno de ellos todavía por hacer. Nadie comprende que no se haya fichado ningún delantero centro de los que no tiene la plantilla cuando el director deportivo sí lo quería. ¿Por qué se hizo una plantilla al gusto del entrenador si el entrenador era la pieza más débil del proyecto? ¿Cómo se explica que el mejor portero de la plantilla estuviera en el mercado? Todas esas preguntas todavía no tienen respuesta. Ni en boca del director deportivo, ni en boca de la presidenta. Principalmente el primero, debe explicar la planificación deportiva de esta temporada. Porque mucha gente no entiende casi nada. 

La asiática lleva meses sin hacer una comparecencia pública para dar detalles del proyecto. Dentro de un mes será la junta general de accionistas y ahí tendrá que dar explicaciones sí o sí. Pero este lunes sería conveniente que alguien le explicara a los aficionados, que no a los periodistas, cual es el camino. Tengo la duda de como explicará Layhoon la contratación de Cesare Prandelli a sus 59 años, justo el perfil de técnico que no quiso cuando renovó a Ayestarán por considerar que ese perfil de técnicos ya no tendrían hambre de ganar. Y sí, hablo de Pellegrini, yo sigo acordándome del ingeniero. Reconozco que no espero ninguna explicación convicente de Layhoon porque a la presidenta le tengo mucho respeto como máxima autoridad del club pero de fútbol no sabe. Para mí, ahí tiene Lim uno de los grandes problemas. Su mano derecha en Valencia es una brillantísima ejecutiva pero no puede presidir un club de fútbol porque no sabe de fútbol y ella lo reconoce. Hacerla hablar de fútbol es meterla en un jardín que no le favorece. 

Este lunes aparecerá Prandelli. Es el nombre y el hombre al que el valencianismo quiere aferrarse para creer en algo. Es la primera apuesta seria de Lim en el banquillo y esperemos que no llegue tarde. De momento, lo que es una realidad es que el Valencia CF está a 3 de octubre y tiene todo por hacer. Se han perdido 4 maravillosos meses. Otros cuatro más. Suerte Cesare. 

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